Camaras Vintage

Estas cámaras se caracterizan por sus diseños atractivos y elegantes. Son ideales para decorar algún estudio artístico o un hogar de estilo boho, shabby chic o rústico. No solo puedes comprar para decorar, puedes utilizarlas para darle ese toque único a tus fotografías y videos. Hoy en día las cámaras digitales te permiten obtener la mayor calidad en la toma de imágenes y sonido y permiten agregar efectos con solo apretar un botón.

Pero, las cámaras antiguas manejaban esos efectos de manera natural o bien, empleando trucos sencillos que puedes encontrar en internet. El aspecto envejecido que aportan estas cámaras a las fotografías y videos es auténtico y se puede notar al momento de revelar las imágenes.

Este es otro punto a favor de estas cámaras, requieren de un proceso de revelado lleno de expectativa, no tienes la opción digital que te permite revisar y descartar, con estas cámaras captas momentos auténticos sin filtros ni ediciones.

Estas hermosas cámaras aún funcionales serán tus favoritas si eres un fotógrafo profesional o amateur. Tendrás en tus manos fotografías de muy buena calidad con ese toque mágico que todos deseamos y que no logramos con las cámaras modernas.

Selecciona la que más te guste y tomate tu tiempo antes de comprar. Recuerda que pueden agotarse y que contar con este tipo de cámaras es disfrutar casi de un producto totalmente exclusivo. Decora tu estudio con una cámara retro y diferénciate de los demás.

Las Cámaras antiguas y vintage son apreciadas por los coleccionistas por muchas razones, desde la importancia histórica de los aparatos de madera del siglo XIX hasta la óptica fina de las Cámaras clásicas vintage. Kodak y Polaroid son otros dos grandes nombres de la colección fotográfica, al igual que Bolex en las cámaras de cine.

Los principios de la cámara obscura -una simple caja de proyección de luz- se conocen desde hace miles de años, pero no fue hasta finales del siglo XVIII cuando Thomas Wedgwood descubrió que podía realizar impresiones sencillas utilizando nitrato de plata expuesto al sol. Durante los próximos 100 años, una serie de avances técnicos introdujeron las cámaras en la vida cotidiana.

Nicephore Niepce y Louis Daguerre formaron una sociedad en 1829, y desarrollaron un nuevo baño químico para la impresión, que redujo el proceso de exposición a ocho horas. Daguerre continuó esta investigación hasta que perfeccionó el Daguerrotipo, un grabado hecho en plata que se usó hasta mediados de 1850. Los daguerrotipos y otros formatos (por ejemplo, neurotípicos, ambrotipos, hojalatas) se fabricaron con cámaras de madera, que eran esencialmente cámaras oscuras con lentes, lo que permitía una refracción de la imagen más nítida.

No fue hasta que George Eastman inventó la película en 1885  – con su película utilizando la marca de Kodak, la cámara entera fue enviada de vuelta a la fábrica para su desarrollo. Oskar Barnack comenzó a experimentar con una película de 35 mm en 1914 y construyó algunos prototipos de lo que se convertiría en la Leica I, la primera práctica cámara de 35 mm, lanzada en 1925.

Se hicieron mejoras adicionales cuando Kodak introdujo Retina I, la primera cámara que utilizó un cartucho de película 135 moderno. La fotografía se convirtió rápidamente en asequible para todos, incluso antes de la introducción de la cámara instantánea Polaroid en 1947.

El desarrollo de las cámaras cinematográficas ha seguido el ritmo y se ha basado en la tecnología básica de proyección de diapositivas (linterna mágica) utilizada desde el año 1500. Las primeras cámaras de cine se revelaron alrededor de 1888, y Thomas Edison produjo la primera película con derechos de autor en 1894. En 1895, los hermanos Lumière de Francia presentaron por primera vez su «Cinématographe», un proyector y cámara portátil, durante la primera proyección comercial de una película pública.